martes, 8 de septiembre de 2009

Técnicas escucha activa: lenguaje verbal

Mediante las técnicas de escucha activa del lenguaje verbal conseguimos que nuestro interlocutor sé de cuenta que le mostramos atención, que le escuchamos activamente. Estas técnicas son:
Refuerzo positivo: alentamos a nuestro interlocutor para que continúe hablando con frases o palabras como sí, de acuerdo, muy bien, estupendo, desde luego, vale, entiendo, ya, escucho…

Paráfrasis: repetimos las mismas palabras que hemos escuchado, con franqueza, sin ironía o mala intención. Evitar interrumpir. Aplicar cuando nuestro interlocutor haga una pausa. Distintas opciones son:
* Lo que dices es…
* He comprendido que…
* Resumiendo….
* Entiendo que…

Implicación: expresar cuestiones que se deducen de lo escuchado, sin manipular el mensaje. Buscamos la explicación de las cosas, respetando las ideas del otro, sin proponer las propias. Todo esto no quiere decir que coincidamos con el mensaje íntegro de nuestro interlocutor. Utilizar frases como:
* De eso deduzco que…
* Lo que dices significa…
* Entonces, deberíamos hacer…
* Eso ayudará para…

Solicitar ampliación: pretendemos que nuestro interlocutor se extienda sobre lo dicho como prueba de interés y clarificación. Se pueden usar frases como:
* Preséntame un ejemplo…
* Amplíame esa idea…
* Háblame a cerca de esa idea…

Hacer preguntas: es una forma práctica de asegurarse haber captado las ideas. Al preguntar sobre temas de interés del mensaje, demostramos que prestamos atención. Preguntando nos beneficiaremos con las respuestas, sea para reiterarse o aclarar mejor los conceptos. Es aconsejable preguntas abiertas como qué, para qué, por qué, cuándo, cómo, dónde, quién…

Silencio: detente antes de responder. Muchas veces, si esperas antes de responder, nuestro interlocutor continuará hablando y te brindará más información que puede resultarte útil o interesante.

1 comentario:

Carlos dijo...

Consejos para mejorar tu lenguaje verbal:

Piensa antes de hablar. Organizar tus pensamientos antes de hablar puede disminuir la cantidad de pausas incómodas y el "hipo" verbal. También elimina la necesidad de hacer una cantidad excesiva de declaraciones esclarecedoras. Aunque no es posible hacer un esquema para el diálogo improvisado, escribir tus pensamientos antes de discusiones planeadas puede mejorar tu destreza al hablar.


Usa lenguaje conciso y directo. No es necesario usar terminología compleja para demostrar puntos importantes. A veces, el uso de palabras y oraciones estructuralmente complicadas puede confundir más de lo que explica. Evita el uso de "palabras grandes" para parecer más educado ya que esto puede volverse en tu contra, a menos que estés seguro de su uso y pronunciación.


Varía tu tono vocal. Expresa interés en lo que estás diciendo para que los demás te presten atención. Usa inflexiones para marcar el énfasis en frases clave. Eleva y baja tu tono para demostrar emoción activa. Evita miradas en blanco que derivan de estar aburrido.


Pronuncia las palabras completamente y en forma correcta. No cortes los finales de las palabras ni unas palabras enteras al decirlas. Pronuncia las palabras difíciles lentamente para evitar errores. Practica tu dicción grabándote a ti mismo y analizando los resultados. No uses el dialecto regional como excusa para seguir cometiendo errores de pronunciación. consultas medicas en linea consultar medicos online medicos online doctores online psicologos online psiquiatras online chatear psicologos online preguntar con psicologos online consultas psicologia online consultar psicologos online abogados colombia online abogados online consultar abogados online abogados españa online medicos especialista online abogados mexico online dentistas online veterinarios online consultas online Tomar el tiempo para corregir las deficiencias puede aumentar tu confianza y habilidad comunicacional.


Domina tus habilidades no verbales. Debes entender que el lenguaje de tu cuerpo también ejerce un efecto en la manera en que tu comunicación verbal es interpretada. Hablar con señales no verbales pobres tales como dejar caer tus hombros o fruncir el entrecejo puede desvirtuar la efectividad de tus palabras. Mantiene un control positivo sobre tu lenguaje corporal para asegurar que tus palabras sean correctamente valoradas.