domingo, 28 de septiembre de 2008

Relación entre Docente y Alumno.

Este viernes 3 de octubre trabajaremos sobre la relación que se construye entre el Docente y el Alumno.

¿Qué características tiene esa relación?

¿Qué es el alumno para el Profesor?

¿El Alumno es sólo un objeto del conocimiento o es alguien con quien es necesario entablar una relación moral?


Para contestar estas preguntas habría que indagar sobre centro de la que pasa en la clase, sobre el sentido que define y constituye ese acontecer.

Podemos distinguir tres etapas que se distinguen en el camino de desarrollo del docente:

1. Es una etapa que se vincula exclusivamente al sentido común o a la experiencia acumulada. Sin pensamiento sobre la pedagogía, ni sobre las herramientas.

2. Se puede marcar un segundo momento como al etapa donde se intenta dar cuenta de lo que pasa en el aula. Se aumenta el nivel de racionalidad y optimización de la acción educativa. Se comienza a trabajar a partir de una metodología, con herramientas en busca de la eficientización en la transmisión del conocimiento.

3. la tercer etapa es donde se comienza a comprender la trama de relaciones que se dan en el aula: intersubjetividad, interacción, comunicación, ética.. En este momento se construye el "sentido" y se comienza a ver "rotros humanos".
Crece el interés por el otro, se desarrollan habilidades como la empatía, la escucha activa, la tolerancia, la solidaridad, etc.

estos son sólo algunos de los conceptos que vamos a trabajar en clase.
Un fuerte abrazo para todos,
Euge-

martes, 23 de septiembre de 2008

Organismos y bibliotecas donde obtener información.

- Corte Suprema de Justicia de la Nación - Talcahuano 550 - Conmutador: 4370-4600 – www.csjn.gov.ar
- Naciones Unidas - www.unic.org.ar - especialmente ir a “proyecto global de enseñanza y aprendizaje” www.un.org/Pubs/CyberSchoolBus/spanish/index.asp
- Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología – Pizzurno 935 Tel.: 4813 – 4551/9 http://www.me.gov.ar/
- Biblioteca Virtual Universal - http://www.biblioteca.org.ar/
- Comisión Interamericana de Derechos Humanos - http://www.cidh.org/Default.htm
- Corte Interamericana de Derechos Humanos - http://www.corteidh.or.cr/
- Universidad Carlos III de Madrid - http://www.uc3m.es/portal/page/portal/inicio
- Universidad Complutense de Madrid - http://www.ucm.es/
- Universidad Abierta Interamericana - http://www.vaneduc.edu.ar/uai/
- Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) - http://www.uces.edu.ar/
- Universidad del CEMA - http://www.cema.edu.ar/
- Redes Solidarias de Profesionales – http://www.redessolidarias.org/salud_interconsultas.htm#
- Tribunal Europeo de Derechos Humanos - http://es.wikipedia.org/wiki/Corte_Europea_de_Derechos_Humanos
- Navegador Jurídico Internacional - http://www.juridicas.unam.mx/navjus/infjur/const/

Gracias Verónica Ientile por los datos.

domingo, 21 de septiembre de 2008

MOTIVACIONES-EXPERIENCIAS-REPRESIONES

En este texto se trabajan conceptos y definiciones, extraídas de un libro de Antonio Blay, que nos ayudan a realizar una introspección., a pensar en nosotros mismos como docentes y en la relación que entablamos con los alumnos.

Les paso un punteo de los temas.
  • Cómo se forma y cómo se deforma nuestra personalidad.

  • El argumento central de nuestra existencia.

  • Los objetivos profundos de nuestra vida.

  • Las necesidades básicas: físicas, afectivas, mentales, nivel mental superior, nivel afectivo superior.

  • Tendencias temperamentales.

  • las motivaciones externas de la conducta.

  • Las experiencias: Nos obligan a actualizar y a desarrollar nuestra capacidades, pero a la vez nos crean un condicionamiento constante.

  • Clases de experiencias: positivas y/o negativas ; superficiales y/o profundas.

  • La represión y sus consecuencias: durante nuestras vidas estamos constantemente acumulando represiones:
  1. En la formación del yo-idea
  2. Produciendo un malestar interior
  3. Debilita la conciencia del yo:
  4. la formación del yo-idealizado

http://rs580.rapidshare.com/files/147035234/14._ENERGIA_PERSONAl.doc

Gracias y feliz día de la primavera.

Eugenia.

viernes, 5 de septiembre de 2008

ELOGIO DE LA ÉTICA DE LA PACIENCIA

Diferente a la resignación y opuesto a la precipitación, el obrar paciente enseña a ejercitar al extremo la atención, convive con la pasión y logra, sin arrasarlo todo, que se persevere en la lucha por lo anhelado que no acaba de llegar.
Por: Angel Gabilondo
Fuente: FILOSOFO. RECTOR DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID

Prefiero la paciencia a la resignación. Ni es inactividad ni es claudicación. Es constancia, insistencia, coherencia. Hay quienes se descomponen si las cosas no van como desean, si no suceden inmediatamente. La paciencia sabe atender, es una forma de acción que convive con la espera. La precipitación no es su camino. Pero no se limita a aguardar: hace venir.

Son tiempos de urgencias. Y hemos de abordarlas. Claro que hay que hacer. Sin embargo, la acción no es realizar cualquier cosa de cualquier manera, para sentirse activo. Ni es limitarse a constatar qué pasa. Es procurar que ocurra, y de una determinada forma. Tanto la ansiedad como la apatía son formas de desconsideración.

La paciencia no lo da todo por ya prefigurado o clausurado, aprisionado por la expectativa.
Desestima el apresuramiento. Y la pasividad. Es compatible con el elegir, con el preferir. Amanece por la maduración de la noche, por la fuerza del día, por su buena labor, no porque cerremos o abramos los ojos. No es adecuado precipitar el fruto, su fructificación exige un determinado trato con el tiempo. La paciencia comprende su quehacer y lo quiere y lo acompaña. Combate toda prisa, todo miedo y sabe hasta qué punto late en la plenitud del instante alguna forma de eternidad que cabe atisbarse o incluso habitarse, como sólo un mortal es capaz de hacer. Demorarse en algo, permanecer en ello, deambular por sus aristas y laderas y saber convivir con el asunto es compartir la propia paciencia de la cosa. Ella se configura poco a poco. Como la vida, que tanto viene como se va. No siempre vemos ni prevemos lo que nos aguarda. Esperamos abiertos a lo imprevisto, esperamos incluso lo inesperado, que es tanto como desvivirse por vivir. Por eso, la paciencia no es un simple estado de ánimo, ni un ingrediente de la actividad. Es una forma suprema de atención, de activa contemplación, de aquella que participa en el brotar o emerger de algo, del otro, de la vida.

La paciencia acompaña y, a la par, alumbra. No esperemos sentados en el umbral de la puerta el paso de un hecho concluido, de un hecho tan hecho que resulte un deshecho, un cadáver que, en última instancia, acabaría por ser el nuestro. Terminaríamos por ser mirados por lo que decimos ver, agotado nuestro mirar. La paciencia nos hace hacer pero sin voluntad de darlo todo ya por finalizado, por finiquitado, por finado, por muerto. Es la paciencia de no querer dejarlo todo agostado, sin vida. No es reposo, es inquietud. No sólo esperamos, también somos esperados por lo que nos espera. Por eso, la paciencia no consiste en detenerse, ni en suponer que todo es indiferente respecto de lo que pensamos, decimos y hacemos. Ahora que parece primar el abordaje, el asalto, el ataque, ahora que para algunos ser ejecutivo es ser ejecutor, hay otro modo de acción, sereno, insistente, no el de la mirada que escudriña sino que penetra en el corazón de lo que hay y lo toca sin arrasarlo todo. Una y otra vez procuramos, luchamos y perseguimos lo que no acaba de llegar, pero no cejamos. En definitiva, no se trata de improvisar respuestas de repuesto, ante la incapacidad para soportar las cuestiones abiertas. Temerosos, somos capaces de precipitar cualquier supuesta solución, con tal de no tener que sostenernos pacientemente en el problema y vérnoslas con él.

La paciencia no es indiferencia. Resulta desconcertante y magnífico cómo convive con la pasión, cuando ésta no es entendida como una intervención puntual, casual, coyuntural, sino como un estado de intensidad. La insistencia y la energía ofrecen otras posibilidades y dan a la vida un primor y una frescura inclasificables. Me gustan quienes ni son impasibles ni se alteran permanentemente. Se les ve incidir en las cuestiones y, más que tomar, esperan dejar o desprenderse de algo. Aunque se despojen de sí, necesitamos que no se nos vayan. Su espera nos hace vivir porque viven creativamente. Por eso, tal vez la justa paciencia quede reservada para la profunda humildad del artista capaz de crear, que espera la hora del alumbramiento.

La paciencia es artífice. Así nos lo recuerda Rainer Maria Rilke: "Ahí no cabe medir por el tiempo. Un año no tiene valor y diez años nada son. Ser artista es no calcular, no contar, sino madurar como el árbol que no apremia su savia, mas permanece tranquilo y confiado bajo las tormentas de la primavera, sin temor a que tras ella tal vez nunca pueda llegar otro verano. A pesar de todo, el verano llega. Pero sólo para quienes sepan tener paciencia y vivir con ánimo tan tranquilo, sereno, anchuroso, como si ante ellos se extendiera la eternidad. Esto lo aprendo yo cada día. Lo aprendo entre sufrimientos, a los que por ello quedo agradecido.
¡La paciencia lo es todo!"....

Copyright Clarín y La Vanguardia, 2008.
Gracias a mi amiga Mercedes Mc Pherson por mandarme esta nota...
y tenerme la paciencia suficiente.