lunes, 27 de abril de 2009

PERSONALIDAD DEL ABOGADO Y LOS CAMBIOS SOCIALES

A) Personalidad clásica:
(líneas generales de acuerdo entre los grupos)
· Demasiado estructurados/ formales/ encerrados en el razonamiento jurídico-procesal (remarcado en todos los trabajos)
· Apariencia formal-elegante (expresado en forma significativa )
· Grandes consumidores (acuerdo total)
· Observadores/ analíticos (no apareció en todos los grupos)
· Gran capacidad para vincularse con los pares/ diferentes sectores sociales (también muy recalcado en casi todos los trabajos)
· Gran carga horaria (resaltado en varios trabajos)

(líneas de desacuerdo)
· Vocación:
# Profesión como realización personal/ responsabilidad/ vocación.

#Profesión, no como vocación, sino como un intento de salvación tanto monetaria como social.

B) Cambios que se están imponiendo:
· Mediación/ conciliación.
· Trabajo en equipo.
· Búsqueda de nuevos ámbitos de trabajo.
· Monopolización por parte de los estudios grandes, el abogado independiente tiende a desaparecer.
· A causa de la tecnología el ejercicio de la profesión se está haciendo menos personalizado.
· Relación interdisciplinaria.
· Imposición de un nuevo estereotipo ejecutivo (esto se expresó como algo positivo en algunos trabajos y como algo negativo en otros).

C) Aspectos negativos y positivos para adaptarse al nuevo sistema:

Aspectos negativos: formalidad/ estructurado (remarcado por la mayoría)- pretensión de enciclopedismo- exhibicionismo mediático- tiempos procésales lentos- dedicación intensiva que deja poco tiempo para los proyectos extra laborales.

Aspectos positivos: Capacidad para adaptarse/ Creatividad – actitud de auto superación/ capacitación- Solidaridad en el vínculo con el cliente- Valores éticos que aún conservar.

FACTORES CONDICIONANTES DEL CARACTER DEL ABOGADO

Funcionamiento del sistema
· Falta de sentido o infructuosidad en que se inserta el trabajo.
· Diferencia entre los tiempos que demarca la organización judicial y las necesidades humanas. Burocracia judicial (negativa). Mala organización.
· Mal manejo de la justicia por los jueces.
· Tratamiento superficial a cuestiones de envergadura. Esfuerzo puesto en solucionar la coyuntura dejando de lado el futuro.
· Gran cantidad de letrados que practica la profesión sin respetar o conocer las normas éticas que la rigen. Canibalismo en el ejercicio de la profesión.
· Existencia de nudos importantes de corrupción (amiguismos, influencias políticas, etc.)

Relación con el cliente
· Cliente como condicionante principal de la actividad. Valora la función del abogado en relación directa a los perjuicios que logra producir a la contraparte. La conciliación como algo positivo pero muy difícil de implementar.
· Daños producidos a la contraparte cuando esta se encuentra en una situación de vulnerabilidad social (ej. desalojos, etc.).
· Dificultad en el cobro de los honorarios.

Imagen social negativa.
· Prejuicio social en contra de la figura del abogado. Asociación de la profesión con la actividad política.
· Prejuicio de verse a sí mismo obteniendo ganancias de los problemas ajenos. Lucrar con la necesidad ajena.
· Creencia social fuerte que condiciona la personalidad del abogado, fracturando su individualidad entre un ser frío sin sentimientos que se desenvuelve en el medio social o un ser humano sensible restringido al ámbito familiar.

Situación social Y Características profesionales
· Falta de trabajo, y por la otra parte gran cantidad de abogados recibidos. Necesidad de verse requeridos por la sociedad.
· Búsqueda de prestigio social y reconocimiento por parte de los colegas.
· Angustia que genera vivir en permanente contacto con el conflicto.

Factores positivos
· Capacidad para poder superarse.
· Inserción social.
· La abogacía como una actividad o vocación con utilidad social.

Estos aspectos se trabajaron con los docentes-abogados.

viernes, 10 de abril de 2009

FORMACIÓN DEL PROFESIONAL.

Cuatro habilidades a tener en cuenta.

¿Cuáles son las habilidades que se deben desarrollar en el profesional para que incremente su capacidad de identificar y resolver creativamente los problemas?

La valorización del profesional en el mercado se relaciona directamente con su la forma en que logra detectar y resolver las dificultades. La acumulación de datos era la principal habilidad humana que se buscaba incrementar en décadas anteriores. Hoy no es fundamental en los procesos de trabajo, las máquinas se encargan de este trabajo.

En su lugar hay cuatro habilidades que se convierten en fundamentales para tener un buen desempeño como trabajador: la capacidad de abstracción, el pensamiento sistémico, la experimentación y la colaboración.

La abstracción: el mundo real no es nada más que una mezcla desordenada de ruidos, formas, colores, olores y texturas, esencialmente carentes de sentido hasta que la mente humana les impone cierto orden. La capacidad de abstracción es la que descubre patrones y significados, en este proceso la realidad es simplificada, de modo que pueda ser comprendida y manejada de diferentes maneras. A partir de abstraer la realidad en fórmulas, categorías, ecuaciones, modelos, construcciones, metáforas, se crean oportunidades para reinterpretarla, y reorganizar el caos de información que ya gira en torno de nosotros. De esta manera se pueden integrar y asimilar grandes cantidades de información para descubrir nuevas soluciones, problemas y alternativas. Todo profesional busca permanentemente nuevas maneras de representar la realidad que sean más precisas o reveladoras que las anteriores.
En la mayoría de los centros de estudios, la educación formal es lo contrario a aprender. En vez de desarrollar ideas, estas son impuestas. La realidad ya ha sido simplificada y el sumiso estudiante sólo debe registrarla en la memoria. Se parte del principio de que un proceso educativo eficiente debe impartir conocimientos como una fábrica eficiente ensambla las partes en una línea de montaje.
Uno de los puntos más importantes a enseñar es que: la responsabilidad de interpretar y dar sentido a todos los conocimientos que se comunican no debe recaer en el otro. Se debe partir de un programa fluido e interactivo, que pone el acento en el discernimiento y en la interpretación y no tanto en la transmisión de datos. Lo importante es profundizar en la información, y preguntarse el por qué. Analizar la realidad desde diferentes ángulos, bajo diferentes condiciones, lo cuál es útil para poder imaginar nuevas posibilidades y alternativas. Desde aquí las cualidades a destacar son la curiosidad, el ser críticos, y la creatividad.

El pensamiento sistémico: Considerar la realidad como un sistema de causas y efectos es una experiencia natural para una criatura que aprende que un vaso de leche arrojado contra el piso se hará añicos derramando su contenido sobre todo lo que lo rodea, y que un hecho semejante –aunque momentáneamente divertido- sin duda provocará una violenta reacción de los adultos.
Las formas más elaboradas de pensamiento sistémico llegan menos naturalmente. Nuestra tendencia recurrente en la vida de adultos es considerar la realidad como una serie de instantáneas (fotos) estáticas –aquí un mercado, allí una tecnología o aquí una amenaza para el ecosistema, aquí una familia, allí un cliente, etc.-. Las relaciones entre esos fenómenos quedan sin demostrar. Es un grave error de la educación formal perpetuar esta tendencia a separar en categorías, mostrando los hechos y las cifras como unidades fraccionadas de historia, geografía, matemática y biología, como si cada una fuera distinta y estuviera desvinculada de las demás. Este puede ser un método eficiente para transmitir un mínimo de datos pero no para infundir conocimientos. Con esto lo único que se aprende es que el mundo está integrado por elementos inconexos, que pueden ser interpretado en forma aislada.
Sin embargo, para descubrir nuevas oportunidades hay que ser capaz de apreciar el conjunto y comprender los procesos mediante los cuales los componentes de la realidad se relacionan. En el mundo real los problemas que surgen rara vez se pueden predeterminar, o separar definidamente.
Dentro de la mirada sistémica hay que enseñar a discernir las principales causas, efectos y relaciones. Lo que parece ser un simple problema fácil de resolver puede ser el síntoma de un problema más fundamental, que puede presentarse inesperadamente bajo una forma diferente.
Antes que explicar cómo resolver un problema que se presenta, el pensamiento sistémico enseña que se debe analizar el por qué ha surgido y de qué manera se relaciona con otros problemas. Aprender cómo viajar de un lugar a otro siguiendo una ruta prevista, es una cosa, y conocer toda la zona de modo que se pueda encontrar un atajo para ir cada vez que se desee, es algo muy diferente. En lugar de pensar que los problemas y sus soluciones los generan otros, el pensamiento sistémico enseña que los problemas se pueden redefinir, de acuerdo con el criterio que se adopte dentro de un amplio sistemas de fuerzas, variables y efectos, y que las relaciones imprevistas y las posibles soluciones se pueden descubrir al analizar más ampliamente la situación.

La experimentación: Para saber cómo manejar las formas más evolucionadas de abstracción y pensamiento sistémico, es necesario aprender a experimentar. Los niños más pequeños pasan la mayor parte del tiempo experimentando. Sus pruebas son aleatorias y repetitivas, pero a través de este método de tanteo desarrollan su capacidad de crear un orden en el entreverado conjunto de sensaciones, y de comprender sus causas y efectos. Las formas más avanzadas de experimentación también generan errores, que a menudo son causa de frustración, decepciones e incluso miedo. Recorrer una ciudad desconocida por cuenta propia, en lugar de seguir las instrucciones de una guía turística, puede llevarnos muy lejos, hasta podemos sentirnos perdidos por un instante. Pero no hay mejor manera para conocer su trazado o para verla desde diferentes puntos de vista. Los hábitos y métodos de experimentación son decisivos en la nueva economía, donde las tecnologías y los mercados están en constante fluctuación.
En lugar de conducir al alumno en una dirección predeterminada, es importante proporcionar a los estudiantes una serie de elementos que los ayude a encontrar su propio rumbo. Se debe poner el acento sobre los métodos de experimentación: conservando ciertos aspectos de la realidad que son constantes, mientras se varían otros para facilitar la comprensión de las causas y efectos; de esta manera se indaga una serie de posibilidades y resultados, y se toma nota de las analogías y diferencias relevantes. Las conjeturas e intuiciones se comparan con las ideas previas. Pero lo más importante es que se les enseña a reconocer que el aprendizaje permanente es una responsabilidad propia.

La capacidad de colaborar: en general el profesional trabaja en equipo, compartiendo problemas y soluciones, de un modo algo más complejo que un simple juego de niños. Estos trabajadores se pasan parte de su tiempo comunicando ideas –a través de disertaciones, informes, proyectos, memorandos, planes y manuscritos- y luego tratan de lograr un consenso para seguir adelante con el plan.
Sin embargo esta capacidad de aprender a colaborar, comunicar conceptos abstractos y lograr consenso, habitualmente no se valora en la educación formal. Por el contrario, dentro de la mayoría de las instituciones, el principal objetivo es lograr un rendimiento discreto y solitario de las tareas específicas. En este sentido, lo fundamental es el rendimiento y la evaluación de la actividad individual. Tales tareas en grupo no pueden ser tan fácilmente supervisadas o controladas como el trabajo individual. Pero para obtener mejores profesionales, en lugar de poner el acento en el rendimiento individual y la competencia, el acento se pone en el aprendizaje en grupo. A partir de este aprender en equipo se logra incrementar ciertas capacidades, como el expresarse con claridad, el alentar y aceptar críticas de sus compañeros, pedir ayuda, reconocer los méritos de los demás, etc. Además, se aprende a negociar, es decir, plantear sus propias necesidades, para discernir cuáles son las de los otros, a ver las cosas desde las perspectivas de los otros, y a encontrar respuestas de beneficio mutuo.

Conceptos extraídos de REICH, Robert: El trabajo de las naciones. Vergara, Buenos Aires, 1993.